Textos leídos 2º aniversario 3 julio 2008

UN TRES DE JULIO, EN EL METRO, EN VALENCIA


Dormidas sus voces,
dormidas sus sonrisas.
Las palabras que escribo
quieren desplegar las alas
para poder llegar a vosotros,
mas allá,
donde quizás os encontréis.
Todo se ha desvanecido
sin dejar rastro.
Somos materia de sueños
y un horror ha quebrado nuestra vida.
Vuelan, vuelan las palabras,
quisieran llegar a donde os encontráis,
multiplicándose hasta la eternidad.
43 muertos que nunca jamás volverán,
47 heridos que siempre sufrirán.
Y nadie se siente culpable,
ellos, los responsables, gritan
que fue un fallo humano,
ellos, los responsables
tan solo se preocupan de sus vanidades,
ellos, los responsables no piden perdón,
no asumen sus errores,
nunca contemplan su dimisión.
Nosotros no podemos olvidar,
43 muertos y 47 heridos,
todas sus familias destrozadas,
ellos, los responsables, deberían pedir perdón.
Todo podía haberse evitado,
quizá más balizas de seguridad,
quizá más medios económicos,
quizá más creer en la fuerza de la razón
y no en la razón de la fuerza.
Ellos, los responsables,
no deberían nunca olvidar,
43 muertos y 47 heridos.
Sucedió en Valencia
un tres de julio, en el Metro.
Dormidas sus voces,
dormidas sus sonrisas.

Antonio Pérez.