Como cada día 3 y ya son 52 ocasiones, nos concentraremos en la Plaza de la Virgen de Valencia, a las 19:00 h. en homenaje a las víctimas del accidente de metro de 3 de julio de 2006, después de tanto tiempo seguimos esperando respuestas.
En la concentración, leeremos el siguiente manifiesto:
La amnesia colectiva ciudadana, ante algunos acontecimientos relevantes como es el caso del accidente del metro, crea la necesidad de la memoria histórica para anclar dichos acontecimientos y llegar a una justicia reivindicada por el ofendido.
Observamos la degradación cotidiana de nuestro gobierno, inmerso en querellas e imputaciones jurídicas, incapaz de gobernar, incapaz y sin intención de reconocer errores.
Al igual que esta plaza de la Virgen, no se autodenomina de la Catedral por su proximidad, a la estación de Jesús se le podría llamar de la muerte, pero no de Sorolla, pues no fue él el culpable de nuestra desgracia.
Las víctimas son siempre generosas, pero no pueden olvidar. El perdón es siempre doloroso por la imposibilidad de recuperar lo que han perdido.
La opinión pública comete el error de creer que la justicia se repara con dinero. La Asociación de víctimas del metro no ha reivindicado jamás una reparación económica mas justa, a pesar de lo injusta que es la tasación de una vida. Todo lo contrario, la reivindicación de la Asociación fue siempre y será, la del esclarecimiento de lo ocurrido y sus causas; saber la verdad de lo ocurrido es el centro de esta reivindicación mensual, y que los responsables asuman su responsabilidad.
Necesitamos saber la verdad que nuestras autoridades nos niegan. Necesitamos saber la verdad que nuestra justicia no quiso investigar. Queremos saber la verdad escondida en libros desaparecidos. La verdad que conocen muchos trabajadores y no se atreven a denunciar. La misma verdad que los sindicatos debieron usar para denunciar y reivindicar la muerte de sus dos compañeros.
Hoy, tras 55 meses del accidente, analizando lo ocurrido, debemos decir que el poder judicial no es libre ni independiente, está ligado a los poderes públicos y como acólitos repartieron voluntades, que no justicia, con las víctimas del metro. Esperemos que la nueva Presidenta del TSJV Pilar de la Oliva, sea más imparcial y objetiva que su antecesor, así como los políticos hoy en campaña, no nos utilicen para su interés, sino para averiguar las causas del accidente y por qué se escondieron las pruebas de nuestra desgracia.