La Asociación de víctimas del metro, junto con otras entidades, hace tiempo que pide que se mejore la seguridad de la Línea 1 del metro de Valencia; la más antigua, la que más viajeros soporta, y la más abandonada.
Mientras que en las líneas nuevas, se instalan modernos sistemas de seguridad, la Línea 1 continúa con los mismos sistemas de 1988, cuando se inauguró, dejando la seguridad de sus usuarios en manos del conductor.
En 2001, el dinero destinado por el Gobierno Central a mejorar las Infraestructuras, la Generalitat Valenciana no lo entregó a FGV. ¿Será verdad que lo desvió hacia Tierra Mítica?
En 2002, no recibió la partida presupuestaria destinada a Infraestructuras, ya que se compensó con las deudas que tenía la Generalitat Valenciana.
En 2003, la Generalitat Valenciana, entregó a FGV sólo el 22’8 % de lo comprometido en el presupuesto, y en 2004, sólo el 6’7 %.
ESTAMOS HABLANDO DE MÁS DE 100 MILLONES DE EUROS, QUE NUNCA LLEGARON A FGV.
100 millones de euros, que se debían haber invertido en mejorar la red del metro de Valencia.
100 millones de euros, que debían haber servido para mejorar la seguridad en la Línea 1.
Y ahora, cuando por fin oímos hablar de inversiones en FGV, resulta que no se va a invertir en seguridad.
El dinero se va a gastar en pintar las estaciones, cada una de un color para que sea más fácil reconocerlas, incluso sin saber leer.
No hay duda que es una buena idea, pero es más importante invertir en seguridad. Es más importante garantizar la vida a los usuarios del metro.
No podemos, no debemos quedarnos en cambios superficiales cuyo objetivo simplemente es dar imagen, sin pensar en lo verdaderamente importante para los usuarios. No basta con remodelar las fachadas. Hay que empezar por los cimientos. Y eso conlleva renovar los vagones, las vías, las balizas, los sistemas de seguridad…
De nada sirve tener unas estaciones pintadas de bonitos colores, y unos billetes sin contacto, si cada vez que subimos a un vagón de la Línea 1 del metro nos arriesgamos a morir.
Si no se mejora la seguridad de la Línea 1, y se vuelve a producir otro accidente tan brutal como el ocurrido el 3 de Julio de 2006, no será ningún consuelo morir en unas estaciones recién pintadas.
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