El técnico que borró la caja negra cambia su versión y dice que «aplicó el protocolo»
El ex jefe de talleres, Luis Domingo Alepuz, ha dado tres versiones distintas del mismo hecho en 10 años
20.02.2016 | 00:33
El técnico que borró la caja negra cambia su versión y dice que «aplicó el protocolo»
LAURA BALLLESTER | VALENCIA El ex jefe de talleres de Valencia Sud en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) Luis Miguel Domingo Alepuz, responsable de la lectura y borrado de los datos de la caja negra de uno de los trenes implicados en el accidente del 3 de julio de 2006, ofreció ayer una tercera versión sobre la desaparición de la principal prueba del siniestro en la comisión de investigación de las Corts. Según Domingo Alepuz los datos de la caja registradora de eventos fabricada por Hasler Teloc se perdieron porque aplicó un «protocolo» que aprendió en «un curso de formación que recibí de la empresa Sánchez Ramos y Simonetta en 1989. Así es como hemos funcionado. En caso de no borrar, la caja registradora de eventos puede emitir algún mensaje de error, aunque no se merma la seguridad». Así que el único dato que podía confirmar la tesis de la velocidad se borró, intencionadamente, en la irregular lectura que se hizo a las 4.50 horas del 4 de julio de 2006, en presencia de cuatro responsables de FGV y un policía judicial que en su vida había visto una caja negra. A pesar de la gravedad de los hechos, para Domingo Alepuz «no pasó nada raro», aseguró en respuesta a las preguntas de los diputados Antonio Subiela (Ciudadanos) e Isaura Navarro (Compromís). El directivo de FGV se mostró muy nervioso durante su comparecencia de cuatro horas, acompañado del asesor Conrado Asencio, en la que exhibió un abanico de tics, en manos y cara, cada vez que los diputados formulaban sus preguntas.
Tras el siniestro, Luis Miguel Domingo Alepuz dio otra versión a los agentes de la Policía Científica sobre los detalles que rodearon la extracción y lectura de la caja negra. Fue éste técnico quien justificó el traslado a los talleres de Valencia Sud la madrugada del siniestro porque la caja negra «sólo puede ser leída después de extraerla de la unidad y colocarla en otra similar para, mediante un ordenador portátil, grabar los datos en un disquet que posteriormente sólo puede ser leído en un ordenador en las oficinas de talleres de Valencia Sud», según reflejan los agentes en el informe técnico policial V2576T06. En la comisión del metro de 2006 declaró que «la caja negra se leyó a requerimiento de la policía científica».
Otra peregrina explicación que aportó el jefe de talleres en 2006 es que «el software [de la caja negra] es del año 1988-89 y funciona con un sistema operativo desfasado, el MSDOS 3.3, no con entorno Windows, no habiendo superado el efecto 2000 y no pudiendo imprimirse los datos contenidos en dicha caja». Una excusa rebatida por peritos judiciales informáticos consultados por Levante-EMV. La obsolescencia de la caja negra fue la justificación utilizada entonces para justificar el borrado de los datos: «La transferencia de datos ha conllevado, por cuestiones técnicas propias de estos aparatos, el borrado de los mismos de las cajas extraídas de la unidad siniestrada, careciendo de datos en su memoria interna, según manifiesta el señor Domingo», detallaron los agentes en el informe.
Ocho años después, al comparecer ante la jueza de Instrucción 21 que investiga el accidente del metro, el 6 de febrero de 2014, Luis Miguel Domingo Alepuz no recordaba el borrado de la caja negra. «No sé si el volcado de los registros vaciaba las cajas que contenían los mismos», aseguró en sede judicial. E, incluso, llegó a achacar el borrado de la información al equipo del FAP (frenado automático puntual) porque «hace casi seis años que no he hecho un volcado personalmente y no lo puedo recordar».
Su comparecencia de ayer en las Corts, casi diez años después, le hizo recuperar la memoria y llevar la lección bien aprendida. De hecho, el Juzgado de Instrucción 21 tiene pendiente de resolver una petición de los abogados de varias familias de víctimas para imputarlo en la causa por la muerte de 43 usuarios de Metrovalencia.
Para justificar la irregular lectura de la caja negra, se escudó en la declaración del policía que la presenció ante el juzgado y que leyó casi entera. Una información que los diputados aún no tienen y que Domingo Alepuz admitió a la diputada Ana Barceló (PSPV) que había solicitado a uno de los tres imputados en la causa del metro «porque durante nueve años se ha dicho que hice o dejé de hacer...»
Otros escudos que utilizó para justificar otros problemas relacionados con el accidente y que eran de su directa responsabilidad como la adecuada substitución de las ventanas o el buen estado del tren y de la vía en el tramo del accidente fueron los informes sobre el siniestro aportados a la causa por FGV o el perito de Adif Andrés Cortabitarte. En sus respuestas, Domingo Alepuz demostró que ha seguido al detalle otras sesiones de la comisión de investigación. Para justificar que CAF, la fabricante de los trenes, no estuviera informada del cambio de ventanas, justificó que se contactó con la empresa Ariño Duglass (hasta ahora nunca mencionada en la causa judicial ni en la anterior comisión) y que el cambio de ventanas lo decidió «un jefe de división que falleció el año pasado, aunque yo hubiese tomado la misma decisión», respondió a la diputada Fabiola Meco (Podemos).
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