SOCIEDAD | Tras la información de EL MUNDO
Afectados del Metro: 'Duele que se gasten el dinero de todos en tapar una mentira'
Agentes de policía ayudan a una de las víctimas del accidente de metro de 2006 | Efe- Pedirán una reunión con el Consell para que se reabra la investigación
- No confían en la justicia, pero sí en que se acabe sabiendo la 'verdad'
- Camps 'se involucró en la gestión de la tragedia, pero no para aclararla'
- El 'blindaje' judicial 'no fue gratuito'; siguió en todo la 'versión oficial'
Los familiares de las víctimas del accidente de Metro en Valencia ya no creen en una justicia que "no funcionó" y a la que "no le interesó que se investigara la falta de medidas de seguridad". Habla en su nombre Beatriz Garrote, presidenta de la Asociación de Víctimas del accidente de metro más grave de Europa.
A Beatriz, que perdió una hermana en la tragedia, no le extraña la manipulación de la comisión parlamentaria que investigó el siniestro denunciada este domingo en EL MUNDO, ya que sospechaba de las malas artes de la dirección de FGV, que a lo largo del último lustro "no ha dejado de esconder informes" para que prescribieran.
En la asociación habían recibido correos anónimos y alguna que otra confesión de trabajadores de FGV sobre el aleccionamiento a los técnicos que participaron en la comisión parlamentaria, pero "no eran más que rumores". Ahora se confirma que "nunca llegaron a investigar las causas del accidente y que el dinero de todos los ciudadanos no se destinaba a medidas de seguridad sino a tapar las verdades de la investigación", lamenta Beatriz Garrote.
"Vergonzoso", "indignante"... Beatriz no halla calificativos lo suficientemente duros para describir lo "doloroso" que les ha resultado presenciar como "se escondía la verdad" con el fin de "proteger algunos puestos de trabajo".
La presidenta de la Asociación de Víctimas recuerda que los plazos de la investigación judicial "fueron muy rápidos", que "no dejaron ratificar a los agentes el informe policial" y que, lejos de profundizar en las medidas de seguridad se completó un proceso "formalmente blindado". Por más que lo han intentado, "no hemos conseguido elevar el caso a otros tribunales". "Algún día este proceso se estudiará como lo que no debe hacerse nunca en justicia", sentencia la presidenta.
Pero no es la única que debe rendir cuentas. Después del accidente, "el Gobierno de Francisco Camps debió tomar cartas en el asunto, preocuparse por hacer justicia y no por hacer una comisión parlamentaria de risa". Beatriz Garrote tiene claro que Camps "se involucró personalmente" en la gestión de la tragedia, "pero no para darle transparencia, sino para todo lo contrario".
Pese a ello, la presidenta de la asociación confía en el cambio de actitud del Consell, en que "se den cuenta de que no les han contado toda la verdad". "No hemos tenido tiempo de reunirnos tras conocer esta última información, pero esta semana lo haremos y pediremos una reunión al Gobierno valenciano para que se abra una nueva investigación, parlamentaria o de expertos independientes".
Beatriz Garrote invita a la reflexión: "¿Qué pasa en la Comunidad Valenciana para que mueran 43 personas y a la gente le resulte más cómodo mirar hacia otro lado que exigir responsabilidades al gobierno?". "La presión social no les habría permitido dar carpetazo" a la investigación del accidente, concluye.
Reunieron a más de 5.000 personas en 2007 para protestar contra el cierre de la investigación del accidente, no renuncian a los homenajes a las víctimas y mantendrán las concentraciones el día 3 de cada mes en la valenciana Plaza de la Virgen. Es lo único que pueden hacer para mantener viva su reivindicación, su petición de "justicia con mayúsculas".
"La gente es hoy más consciente de que todo fue una gran mentira, una vergüenza", considera Beatriz Garrote, quien aspira a que algún día se sepa al menos la verdad. "Perder ya lo perdimos todo", afirma.
ENLACE NOTICIA ELMUNDO.ES
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/19/valencia/1329654346.html
A Beatriz, que perdió una hermana en la tragedia, no le extraña la manipulación de la comisión parlamentaria que investigó el siniestro denunciada este domingo en EL MUNDO, ya que sospechaba de las malas artes de la dirección de FGV, que a lo largo del último lustro "no ha dejado de esconder informes" para que prescribieran.
En la asociación habían recibido correos anónimos y alguna que otra confesión de trabajadores de FGV sobre el aleccionamiento a los técnicos que participaron en la comisión parlamentaria, pero "no eran más que rumores". Ahora se confirma que "nunca llegaron a investigar las causas del accidente y que el dinero de todos los ciudadanos no se destinaba a medidas de seguridad sino a tapar las verdades de la investigación", lamenta Beatriz Garrote.
"Vergonzoso", "indignante"... Beatriz no halla calificativos lo suficientemente duros para describir lo "doloroso" que les ha resultado presenciar como "se escondía la verdad" con el fin de "proteger algunos puestos de trabajo".
El 'blindaje' judicial
Insiste en la "falta de respeto al sentido de la justicia" que demostraron la juez y la fiscal que se encargaron del caso. "Aquello no fue gratuito, estaba orquestado con la versión oficial amañada hacia lo fortuito, a descartar de la investigación todo lo que tuviera que ver con las medidas de seguridad". "Espero que la juez Nieves Molina duerma un poco peor cada vez que se encuentra con una de estas noticias -en referencia a la información de EL MUNDO que denuncia que FGV contrató a expertos para vestir la tragedia de accidente-", dice Beatriz.La presidenta de la Asociación de Víctimas recuerda que los plazos de la investigación judicial "fueron muy rápidos", que "no dejaron ratificar a los agentes el informe policial" y que, lejos de profundizar en las medidas de seguridad se completó un proceso "formalmente blindado". Por más que lo han intentado, "no hemos conseguido elevar el caso a otros tribunales". "Algún día este proceso se estudiará como lo que no debe hacerse nunca en justicia", sentencia la presidenta.
Los responsables políticos
Atados de pies y manos en el frente judicial, los familiares de las víctimas se centran en el político y el social. La relación con Marisa Gracia se reduce a dos peticiones escritas de información sobre la implantación de medidas de seguridad en el metro, que la máxima responsable de FGV respondió igualmente por escrito. "Es la principal responsable política, si no dio la cara permitiendo que se investigara es porque tenía mucho que ocultar; debió poner su cargo a disposición del Gobierno valenciano, salir de allí al no aclarar el accidente".Pero no es la única que debe rendir cuentas. Después del accidente, "el Gobierno de Francisco Camps debió tomar cartas en el asunto, preocuparse por hacer justicia y no por hacer una comisión parlamentaria de risa". Beatriz Garrote tiene claro que Camps "se involucró personalmente" en la gestión de la tragedia, "pero no para darle transparencia, sino para todo lo contrario".
¿Y ahora qué?
Entra en escena el nuevo Consell, el Ejecutivo de Alberto Fabra que, nada más tomar posesión de su cargo tras la dimisión de Camps, se reunió con los familiares de las víctimas del metro, petición a la que no había accedido su predecesor. "Tuvieron un gesto en la reunión, pero no hubo ningún acercamiento", explica Beatriz, quien añade que "su postura fue decirnos que las cosas se habían hecho bien".Pese a ello, la presidenta de la asociación confía en el cambio de actitud del Consell, en que "se den cuenta de que no les han contado toda la verdad". "No hemos tenido tiempo de reunirnos tras conocer esta última información, pero esta semana lo haremos y pediremos una reunión al Gobierno valenciano para que se abra una nueva investigación, parlamentaria o de expertos independientes".
Reflexión social
Los afectados por la tragedia del 3 de julio de 2006 en Valencia no ocultan su decepción con la sociedad, con el apoyo incondicional al Gobierno de Camps. "No entendemos la acción de los sindicatos que no se personaron en la causa como acción particular ni hicieron nada mientras coaccionaban a trabajadores, algunos de FGV", ni tampoco que el PP "obtuviera dos mayorías absolutas y no les perjudicara un escándalo como este".Beatriz Garrote invita a la reflexión: "¿Qué pasa en la Comunidad Valenciana para que mueran 43 personas y a la gente le resulte más cómodo mirar hacia otro lado que exigir responsabilidades al gobierno?". "La presión social no les habría permitido dar carpetazo" a la investigación del accidente, concluye.
Reunieron a más de 5.000 personas en 2007 para protestar contra el cierre de la investigación del accidente, no renuncian a los homenajes a las víctimas y mantendrán las concentraciones el día 3 de cada mes en la valenciana Plaza de la Virgen. Es lo único que pueden hacer para mantener viva su reivindicación, su petición de "justicia con mayúsculas".
"La gente es hoy más consciente de que todo fue una gran mentira, una vergüenza", considera Beatriz Garrote, quien aspira a que algún día se sepa al menos la verdad. "Perder ya lo perdimos todo", afirma.
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