OTRO DIA 3, VERGÜENZA POLITICA
Decía Eduardo Galeano que a veces terminan mal las historias de la Historia (como ocurrió con el accidente del metro); pero ella, la Historia no termina. Cuando dice adiós, sólo dice hasta luego. Este es el peligro que sigue corriendo la línea 1 del metro y con ella todos sus pasajeros, hoy siguen sin estar instaladas las medidas de seguridad prometidas y comprometidas.
La población seguirá soportando los males de éste sistema de justicia institucional y política: la impunidad, el ocultamiento de la verdad y la negación de las evidencias. El peso de la ley es desigual: a unos los beneficia en detrimento de la dignidad de las víctimas, y éstas ven pisoteados sus derechos. Además, la aplicación de las normas no es uniforme, pues depende en mucho de la posición que las personas tengan “tanto eres o tienes, tanto vales” ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea? Pero, ¿será que se han divorciado para siempre jamás el sentido común y la justicia?
Ciertamente la justicia está en crisis, pues aquellos obligados a hacer cumplir y velar por el respeto de las leyes -funcionarios, magistrados, jueces, fiscales, políticos- son quienes más daño le causan al frágil orden institucional. Por eso, una ciudadanía activa, creativa y comprometida que no olvida, es la solución a estos males.
Las familias de las víctimas, heridos y demás personas solidarias, no están dispuestos a olvidar lo sucedido, pues como decimos los familiares, mientras no pidan disculpas, ni se haga justicia, no pueden pedirnos que olvidemos. A pesar de ser sus medios de comunicación (Canal 9 y Radio9) responsables de que el ciudadano valenciano ignore la verdad.
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