lunes, 5 de noviembre de 2007

Texto Concentración 3 de noviembre 2007

SEGUIMOS ESPERANDO RESPUESTAS

Si hiciésemos un resumen de lo dicho y escrito sobre el 3-J, veríamos que la inmensa mayoría pide que se diga la verdad sobre lo ocurrido y que se pongan medidas para que no pueda volver a ocurrir
Pero de tanto repetirlo parece que siempre estamos con la misma monserga, cansados, y sin saber que hacer ante las actuaciones de la justicia y los políticos.
Pero NO, lo que estamos es hartos de la indiferencia de los ciudadanos y políticos; ciudadanos del “me n´hi en fot” a la seguridad, y abraza farolas del viva la fiesta y quien la promueve.
El pasotismo maligno del valenciano que pese a que los políticos nos tomen el pelo, nos conformamos con una falla monumental y una paella gigante. Pero ante la catástrofe del metro, no consideramos motivo suficiente para masivamente manifestarse y pedir responsabilidades a sus gestores y políticos
Yo no quiero una ciudad Olímpica, ni de Las Ciencias, ni Capital Cultural, ni náutica con mega-yates, ni circuito urbano de carreras, si antes no es una ciudad donde se puede vivir y convivir dignamente, disfrutando todos de las mismas garantías de bienestar y seguridad.
Hartos de que nuestros políticos piensen más en los turistas y visitantes que dejan dinero en caja para poder “morder”, que el bienestar y derechos de los ciudadanos, pues son las exclusiones sociales las cegueras de nuestros gobernantes.
Clase política a resguardo de eventualidades ciudadanas, encerrados en sus despachos, con chofer y vehículo oficial blindado de última generación, mientras en la línea 1 del metro son transportados los trabajadores en vagones de museo.
Hemos pasado de la “millor terra del món” a la tierra de los mejores pelotazos del mundo.
Debemos exigir más profesionalidad y vergüenza a la clase política, pues es la vergüenza la que reprime el impulso a violar las leyes y frena la voluntad de corrupción. La vergüenza es sentido inequívoco de la presencia del sentido ético y cuando esta falta, todo es posible. Es lo que más nos falta en la política, en quienes ostentan poderes públicos, en diputados, senadores, alcaldesas, ejecutivos, y tantos otros ladrones y corruptos de cuello blanco. Con el mayor descaro y sin avergonzarse niegan responsabilidades manifiestas, mienten sin escrúpulos en las entrevistas a los medios de comunicación, como ocurre con los silencios y mentiras vertidas sobre la catástrofe del metro, personas que a fuerza de hacer lo ilícito y de saberse impunes perdieron el sentido de la propia dignidad. Utilizan la justicia para favorecerse en el poder, no tienen vergüenza, pues la línea 1 del metro sigue casi con las mismas deficiencias que fallaron el 3 de Julio. La búsqueda de la verdad, es cada día más difícil para la sociedad valenciana por el servilismo político que padecen nuestros gobernantes y su falta de independencia.
Donde ha quedado aquello de “Valencians en peu alceu-se” , es triste, pero aquí fallan muchas cosas desde hace años, en esta tierra estamos acostumbrados a sufrir estos avatares, y nos los tragamos y olvidamos rápidamente.
Al analizar la catástrofe, vemos terrorismo político cuándo mueren ciudadanos por invertir el dinero publico en desahogos y caprichos de nuestros políticos, en vez de dedicarlo con un sentido social en infraestructuras deficientes como la línea 1 del metro, en el bienestar y seguridad de los ciudadanos, siendo responsable directo de esta forma de actuar, el Presidente de la Generalitat Sr. D. FRANCISCO CAMPS.
En Valencia días a tras se defendió ser la ciudad con el mejor metro de Europa. ¿cómo no se les cae la cara de vergüenza?. Existen estaciones donde por falta de medidas no pueden acceder nuestros minusválidos y sin enumerar otras deficiencias dichas por trabajadores de FGV.
Leemos estos días atrás que la Audiencia Provincial con JESÚS MARIA HUERTA GARICANO como ponente y suscrito por PEDRO CASTELLANOS RAUSELL y MARIA JOSE JULIA IGUAL, rechazan investigar los detalles del accidente del metro que pedían 17 familias, pues según ellos. Deben valorarse con criterios ex ante, por obligaciones contraídas antes de que sucediera nada, y no ex post o como conclusión del siniestro.
El siniestro para esta gente es lo menos importante, y las obligaciones que marca la Ley tampoco son importantes.
Si, señores magistrados, las medidas de seguridad se toman antes del siniestro y caso de ocurrir el siniestro como es el caso, se buscan a los responsables de no haber puesto en marcha las medidas y se les juzga y penaliza por su desidia o dejadez causante del siniestro con 44 muertes y 47 heridos, algunos de ellos tras 15 meses en rehabilitación en manos de médicos.
Las obligaciones según ustedes (La Audiencia Provincial) son de FGV, y por lo tanto de sus dirigentes políticos y técnicos puestos a dedo por la Administración.
¿Cómo no se deja declarar ni ratificar sus conclusiones a los agentes de la policía científica que investigaron durante días el trágico siniestro?
¿A que testigos oculares o científicos ha escuchado la SEÑORA JUEZA NIEVES MOLINA, para tener tan clara las responsabilidades que no necesita preguntar a nadie?
¿O no se quiere, que se aclaren las contradicciones entre el perito ANDRES CONTABITARTE y la policía científica?. (Recordemos que los informes del perito se los dio FGV mintiendo en sus datos y amañándolo como consta por fotos aparecidas en los medios sobre la unidad siniestrada (UTA 3736).
Sra. Jueza, ¿Cómo un empresario es responsable de la falta en el cumplimiento de un trabajador que no usa las medidas de seguridad, o las usa mal y comete una imprudencia, como ha condenado La Audiencia Provincial, al Administrador y el Jefe de obra, con pena de cárcel por delito de homicidio y otras lesiones, al morir un obrero de una subcontrata (los hechos ocurrieron el 26 de Abril 2002 en Carcaixent, según relata el Levante del día 11/10/2007) mientras que aquí usted, la Sra. Juez, tras morir 44 personas deja toda la responsabilidad en el conductor eximiendo a la empresa que no puso los medios para que esto no ocurriese?
El accidente por supuesto que era evitable. Un fallo humano siempre es evitable con los medios que hoy existen y se conocen. Señores políticos ustedes saben y por eso callan, que el accidente se debe a la falta de mantenimiento de las infraestructuras y el estado del material motor y técnico aplicado. Digan esto y no nos engañen más, o manden realizar una investigación externa, que con independencia y rigor, concluya con los verdaderos resultados causantes de esta catástrofe y ponga de manifiesto la falta de inversión.
Tampoco los sindicatos jugaron limpio con la catástrofe del metro, pues pronto se callaron y no quisieron involucrarse, prefiriendo quedarse en la barrera mientras se enterraba a dos de sus compañeros. Pero están a tiempo de que salga toda la verdad, todos sabemos de las malas condiciones en las que se encuentran algunas maquinas, incluso algunas sin permiso para circular, deben hablar y no callar, deben decir todo lo que saben y no guardar silencio.
Por tanto es necesario depurar hasta el final la responsabilidad de este accidente, negligencia, abuso, dejadez o malversación, o lo que sea; pero llegando a saber por qué éste ha llegado a ocurrir. Para que no vuelva ha suceder nada semejante en un medio público de transporte considerado el mas seguro del mundo, y así es si nos atenemos a las cifras.
Si técnicamente es posible la toma de medidas para que una unidad de metro no circule a una velocidad inadecuada y no se toman, muriendo 44 usuarios y quedando 47 heridos con secuelas, es porque los gobernantes no lo quieren hacer. Con qué lenguaje político o económico se disfrace ese “no querer” es otra cosa.
Por enésima vez le diría a nuestros responsables de gobierno ”hay que dejar a la realidad ser lo que es”. A esto debe acompañar la entereza para no manipularla, la decisión a proclamarla y la reacción adecuada a las exigencias que brotan de ella. A pesar de ser contrarias al propio interés de gobierno, escuchar la palabra que brota de la misma realidad. Encarar la verdad de la tragedia del metro que se pone de manifiesto, supone la honradez con la realidad, asumiendo responsabilidades, corrigiendo inmediatamente tras la catástrofe todas las medidas de seguridad necesarias y probables, para asegurar técnicamente que esta tragedia no volverá a ocurrir jamás
En esta dictadura democrática que sufrimos en Valencia, una de las victimas importantes es “la verdad”, hasta el punto que es la mentira el arma utilizada para conseguir voluntades y mantenerse en el poder. Visto todo en su conjunto, el actual encubrimiento de la realidad de nuestro País Valenciano es un auténtico escándalo, cuya consecuencia fundamental es el actual proceso de deshumanización.
Vivimos en una cultura del encubrimiento, de la tergiversación y, a través de ello, vivimos en la mentira, por eso vemos como la Sra Fiscal coincide con los peritos de Zurich y la Generalitat, en vez de estar de parte de las victimas, engañándolas cuando les dijo que les representaría y defendería..
También la Sra Alcaldesa de esta ciudad debería haber pedido responsabilidades a la empresa que gestiona este metro que transporta a sus ciudadanos y se calló como sus compañeros, sin interesarse por las familias de las victimas y accidentados.
Los familiares de los muertos y heridos el 3-J en el Metro de Valencia, queremos HACER OIR SU VOZ, la voz de los muertos y damnificados que claman justicia. Que piden Justicia. Que exigen responsabilidades. Que necesitan ver dimisiones, despidos o sanciones de los responsables.
Nuestros familiares muertos, no nos perdonarían si no exigimos una mejora cualitativa y segura en el metro que les mato y enterró.
Nuestros familiares muertos no nos perdonarían si dejásemos que el ser autoridad, se convierta en sinónimo de impunidad ante la catástrofe sufrida.
Nuestros familiares muertos no nos perdonarían el ser enterrados bajo el dinero entregado, si no exigimos y son castigados los responsables.
Por todo ello, el sábado 3 de Noviembre seguiremos pidiendo que nos den explicaciones publicas a nuestras preguntas.

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